INGREDIENTES:
- 1 Cebolla grande
- 2 zanahorias
- 1 puerro
- 2 dientes de ajo
- 1 lata de cerveza negra
- un manojo de romero
- 4 codillos de cerdo (aquí podéis poner cordero, morcillo o cualquier carne a vuestro gusto) yo cogí los cocinados de mercadona.
- 1 hoja de laurel
Para el puré de patatas:
- 1kg de patatas
- 100 gr. de mantequilla
- sal
- queso cheddar para gratinar
PREPARACIÓN:
Se corta la cebolla, el ajo, el puerro y las zanahorias en cuadraditos y los sofreímos todo, previamente salpimentados con un chorro de aceite, una hoja de laurel y el manojo de romero. Una vez rehogado añadimos los codillos y sobre estos vaciamos la lata de cerveza negra y dejamos cocer (yo en la olla rápida lo hice en 12 minutos).
Una vez fríos los codillos los desprendemos de su hueso y la picamos toda su carne a un tamaño medio.
Las verduras las escurrimos todas y las reservamos. La salsa que soltó todo la reservamos para reducir y utilizar en cualquier con cualquier otra carne que os venga bien.
Nos ponemos con el puré de patata y cocemos las patatas al vapor. Una vez cocidas las trituramos junto con la mantequilla y la sal. Si queda muy espesa se puede añadir un poco de nata.
Sobre una fuente de horno ponemos la primera capa de carne picada, después la capa de las verduras escurridas y por último el puré de patatas ya templado lo introducimos en una manga pastelera con boquilla rizada (o en su defecto lo extendemos a pegotes y rallamos con un tenedor). Sobre la base de patata extendemos queso cheddar rallado y al horno a 200º con ventilador hasta que se tueste.
Es un pastel espectacular de rico, que se puede preparar con antelación y que esta bueno tanto frío como caliente.
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